martes, 31 de diciembre de 2013

Chica llorando (?)


domingo, 29 de diciembre de 2013

Pensamiento. "Cristal"

Cabellera azul como el cielo, ondulado y brillante como el mismo. Una mirada como los zafiros, deslumbrante. Miedo, miedo, le recorría por dentro con solo mirar su armadura negra como la noche. Asmodeo. 

martes, 24 de diciembre de 2013

Feliz Navidad.

Feliz naviadad a todos :D me hubiera gustado dibujar algo pero no me salia nada XD, asi que os dejo con una imagen de Hiro Mashima

domingo, 22 de diciembre de 2013

Memorias de Idhun VI: Profecías.Capitulo 1: Triada.

Segunda Parte. 

Shizuko Ishikawa se encontraba acostada, sobre su sofá. La lluvia golpeaba con fuerza los cristales del exterior. La tormenta llevaba en la ciudad desde hacía días. No le molestaba, incluso le gustaba, aquello hacía enfriar el ambiente, y no necesitaba darse baños de hielo. La lluvia le daba cierta tranquilidad, pero en aquel momento, estaba demasiado nerviosa para pensar en ello. Se levanto del sofá y volvió a asomarse a la ventana. Toda la calle parecía inundarse con la lluvia, y apenas se veía nada gracias a la noche. Hacía unas horas, la luz se había cortado por culpa de la tormenta, o eso pensarían la mayoría de los humanos. Sabía quien había sido. Nunca le había gustado llamar la atención, era uno de sus hábitos. Un fogonazo de luz provocado por la tormenta le dejo ver una sombra que se deslizaba hasta por uno de los callejones, acercándose a su casa. Ya estaba cerca.
Cierta emoción la embriago por dentro, pero no debía ilusionarse, no. Un shek sabía esperar, con paciencia. Cerro las cortinas y se volvió a sentar. No sabía se debía dejarla entrar en su morada, porque era algo más, era su corazón, algo que solo compartiría con su pareja, pero aquella era una excepción y esperaba que fuera la ultima. Le ponía nerviosa que alguien pudiera entrar, que no fuera ella, pero en aquel momento no importaba sus necesidades.
Dos toques en la puerta, apenas inaudibles por culpa de la lluvia se escucharon desde la puerta de entrada. Atravesó la distancia con cierto nerviosismo, se estaba volviendo demasiado humana para sus gustos, suspiro. Se asomo a la mirilla y todo estaba oscuro, no esperaba menos de ella, al menos sabía ocultarse muy bien de ojos poco deseables. Abrió la puerta con cuidado, apenas unos centímetros.
<<¿Lo has traído?- pregunto Shizuku mentalmente>>
<<¿Tu qué crees?- le respondió mentalmente, de la misma forma- déjame pasar>>
Le dejo entrar, aunque no dejaría que se acomodara en su casa. Su capa estaba completamente empapada, por debajo de la capucha se podían ver algunos mechones rojos como la sangre completamente mojados, incluso resaltaba más contra sus ropas.
<<¿Como fue todo?- pregunto Shizuko- ¿Tuviste complicaciones?
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Removió sus ropas buscando algo, entonces saco un bulto, enrollado entre mantas, debía de estar muy escondido. Era un bebe. Apenas medía dos palmos, no estaba mojado a pesar de toda la lluvia a pesar de la tormenta, pero eso no fue lo que más le impresiono, sus ojos, tenía hetrecromía. El derecho, era rojo, como la sangre, como un rubí, el izquierdo azul como el hielo. La miraban fijamente.
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Shizuko le dedico una mirada rápida, antes de volver al bebe. Abandono la casa sin que ella se lo pidiese, su cometido ya había sido cumplido por ahora, no necesitaba que estuviese allí por ahora. Meció el bebe con cuidado entre sus brazos y por primera vez uso sus cuerdas vocales.
-Wen-Suml- murmuro- tu seras la puerta hacía nuestra gloria.
El bebe simplemente la miro fijamente. Shizuko no puedo evitar una sonrisa demasiado humana.

17 años después

Se despertó, notaba la cara dolorida, aunque a Uk-Sun no le extrañaba nada, se había quedado durmiendo sobre la mesa, rodeada de libros. Suspiro. Se encontraba en la biblioteca, con una vela que se había ido desgastando durante toda la noche. Ya amanecía, los tres soles comenzaban a asomarse con lentitud por el horizonte. Soplo la única luz y se quedo en penumbra. Noto su mejilla húmeda, y se paso la mano. La miro, estaba negra. Miro los papeles sobre la mesa y estaban todos emborronados, se había quedado durmiendo sobre sus apuntes recién tomados. Todo el trabajo de aquella noche había sido para nada. Por lo bajo murmuro maldiciones de su pueblo, si Kimara las hubiera oído le habría caído una buena reprimenda. Miro las hojas intentando pasar a limpio todo el trabajo fastidiado. Dos años llevaba con aquella investigación, y cada se iban poniendo más interesante. No la había enseñado a nadie, todos en la torre se veían  muy interesados en ella, incluso Qayder se había mostrado interesado. 
Uk-Sun dejo sus divagaciones de lado y continuo con su trabajo. Paso a limpio todo el trabajo de aquella noche con buena caligrafía, tomándose su tiempo. Cuando termino, espero que los papeles se secaran, y de mientras guardo los libros que había ido utilizando durante toda la noche. Guardo todo su trabajo en una carpeta y se dirigió a su cuarto. Trabajaba durante la noche o en su habitación en privado, para que nadie pudiese ver en que estaba trabajando. Llego a su habitación y cerro la puerta tras de si. Era algo más grande que la que tenía un estudiante normal, ella ya no lo era desde hacía tiempo. Dejo su trabajo sobre la mesa y se dispuso a salir cuando alguien apareció en su puerta. 
-No deberías estar aquí- dijo Uk-Sun haciéndola pasar.
-Lo siento- dijo Lune.- pero me siento al sola en mis aposentos.
Habían pasado dos años desde que la triada había vuelto a Idhun, junto con sus hijos. Habían tenido un trágico final junto con el joven desconocido que les acompañaba. Lune había vivido desde entonces en la torre junto con ella. Al principio era una estudiante más, pero su identidad fue rápidamente descubierta. Era acosada diariamente, hasta que Qayder decidió tomar cartas en el asunto. Le entrego los aposentos del líder de la torre, que era privados para el resto de los habitantes.
Pasaba la mayor parte del tiempo encerrada, Uk-Sun iba a visitarla muy a menudo, pero sus investigaciones la tenían completamente ensimismada, y no iba tanto como le gustaría. 
-Te traigo algo de beber- dijo Lune, y se lo entrego.
Como ritual, las dos se sentaron en el suelo,  de espaldas a la pared, con las piernas cruzadas. 
-¿Sabes algo de tu hermano?- dijo Uk-Sun, dándole un trago a su bebida.
-No- dijo en un murmullo- llevamos sin hablarnos dos años, y lo sabes.

Erik despertó con los golpes más fuertes que podía dar una niña en una puerta bien temprano por la mañana. 
-Kareth, Kareth- repetía la voz de Anna, la hija menor de Shail una y otra vez- me prometiste que hoy me llevarías a la montaña. 
-Ya voy- grito hundiendo la cara en la almohada. 
Se levanto de un salto, con rapidez se vistió, ya que siempre dormía con poca ropa, según decía Shail, era una persona de sangre caliente. Se lavo la cara antes de bajar a desayunar. Alae ya estaba alli, sentada en la mesa ojeando un libro, apenas le dirigió un gesto con la cabeza. Se sento y empezo a desayunar con rapidez, mientras Anna le gritaba al oído que se diese prisa.
-No me la voy dar más prisa si sigues gritándome al oído.
-Anna no seas impaciente- dijo Zaisei al entrar- en cuanto acabe de desayunar os iréis.
La niña inflo los mofletes y salio corriendo y al momento entro Shail. Se sentaron todos juntos y desayunaron animados. 
-¿Piensas ir a visitar a tu hermana dentro de poco?- dijo Zaisei- Pronto sera su cumpleaños.
Aquella pregunta hizo que a Erik se le cortase el hambre de golpe. Se levanto con lentitud, tiro los resto de comida a la basura y dejo el plato a lavar. 
-Ella me dejo claro que no quería volver a verme- dijo antes de abandonar la cocina. 
Fue a la salida y recogió su mochila, que había preparado durante la noche anterior, y salio de la casa antes de que nadie pudiera decirle nada, seguido por Anna, que no se había dado cuenta de la charla.

-Tu seras el que nos guié- dijo Shizuko, rara vez usaba sus cuerdas vocales para comunicarse, pero aquel era un momento especial- Tú seras el que gobiernes sobre todo Idhun. Solo tú- la ultima palabra fue apenas un susurro. 
-Si mi señora- respondió con voz neutra.
Shizuko solo pudo sonreír, mientras acariciaba el rostro del joven.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Torre de dios. Piso:20. Guardian: ¿? Evaluador ¿? Prueba: El regular más poderosos.

 Piso:20. Guardian: ¿? Evaluador ¿? Prueba: El regular más poderosos.
Todos ellos se quedaron parados. El pitido resonó por el área de pruebas dando fin a aquella prueba. Un temblor recorrió a Zoe. Que mierda acababa de ocurrir? Mizi se encontraba a su lado, intentando hacerla reaccionar, pero ella simplemente se mantenía quieta. Con la mirada perdida. Un ascensor llego, pero ninguno de ellos quiso entrar con el miembro de FUG, simplemente esperaron al siguiente. 
Cuando llegaron a la sala, todos se sentaron juntos, incluso el miembro de FUG pero a cierta distancia del resto. Mizi y Zoe prefirieron quedarse a un lado, necesitaban hablar sobre ciertas cosas que era mejor que aquellos regulares no supieran. 
-¿Crees que Utau esta bien?-murmuro Mizi con ansiedad, después de aquella prueba, nada le extrañaba lo más mínimo. 
-No lo se-dijo Zoe tapándose la cara con las manos, intentando evitar la ansiedad que le comía por dentro. Ahí estaba, después de años subiendo la torre, ahí estaba su objetivo, El muchacho apenas pareció darse cuenta de su mirada, pero ella no le quitaba ojo de encima, sin ni si quiera pestañear. 
-¿Me estas escuchando?-murmuro Mizi enfurecida, y la hizo apartar su mirada del miembro de FUG, que parecía estar perdido en sus pensamientos. 
-Si-dijo Zoe intentando cambiar de conversación. 
-¿Entonces que te e dicho?-murmuro la muchacha.
Zoe se quedo en silencio, Mizi respondió con un resoplido de enfado. Pocas veces estaba enfada, aquella era una excepción a la regla de que Mizi era incapaz de enfadarse. Una de las puertas de los ascensores se abrieron, interrumpiendo lo que estaba a punto de decir. Utau apareció, caminaba lentamente, su vestido blanco estaba manchado de sangre, los bajos, su estomago, incluso su cabello rubio parecía haberse manchado. En su rostro había dibujado una sonrisa, hubiese parecido agradable, si no fuera porque había manchas de sangre en sus mejillas. Zoe noto como Mizi se tapaba la boca, en un grito ahogado. Pero lo que más le preocupaban a las muchachas era que Utau hubiese perdido el control. Jamas habían hablado de ese tema, pero tanto Zoe como Mizi sabían que el peligro estaba ahí, la habían visto cambiar de forma en varias ocasiones, y aquello había significado siempre coas y destrucción para los que se encontraban alrededor.
Mizi se acerco hacía Utau, que ni se inmutaba. Seguía habiendo una sonrisa en su cara. Zoe la siguió, con la duda comiéndola por dentro.
-¿Qué ha pasado?- pregunto Mizi- ¿Ha salido?
Zoe le dirigió una mirada nerviosa al resto de los regulares. Excepto por el miembro de FUG, el resto parecía estar bastante atento a lo que ocurría en su grupo.
-No-dijo Utau pasándose una mano por el pelo, intentando alisarlo, pero la sangre no parecía dejarla- al contrario de vosotras, no e encontrado gente tan amable.
-Si tu supieras..- murmuro Zoe.
Mizi le dedico una mirada nerviosa a Utau, ella miro por encima de su hombro y vio al miembro de FUG, sentado sin prestar mucho caso a lo que pasaba alrededor, como si estuviera perdido en sus pensamientos. Zoe supo exactamente lo que iba a decir su compañera antes de lo que lo dijera.
-Ni se te ocurra- dijo Utau- ya te advertí que sus miembros son muy poderosos.
Zoe hizo oídos sordos. Miro a su alrededor. Los regulares parecían algo asustados, y no le extrañaba, viendo la apariencia de Utau cualquiera se sentiría asustado en su presencia. Puede que aquello les sirviera en la prueba siguiente, si le tenían miedo y temían su presencia, no se acercarían. Puede que después de todo aquel aspecto desgarbado les sirviera de algo.
Las puertas de los ascensores se fueron abriendo, y entraron cada vez más regulares, hasta que las sala se lleno, y entonces llego el administrador de las pruebas. Era pequeño, parecía un niño, para que decir lo contrario, llevaba una gorra, azul, y una especie de chaqueta del mismo color.
-Que mono es- dijo Mizi.
Utau y Zoe se miraron, y se sonrieron por primera vez en mucho tiempo.
El administrador procedió a explicar la prueba. Las tres chicas escucharon atentamente. Iba a ser una competencia de shinsoo. Fácil, tanto Zoe como Mizi eran manipuladoras de hondas medianamente decente, y Utau una de las mejores pescadoras de aquel piso, de entre los regulares habrían pocos capaz de plantare cara sin perder alguna extremidad.  El problema lo tendrían con el miembro de FUG.
Uno a uno todos los regulares se fueron plantando cerca de aquella bola.
Primero llamaron a Mizi, aunque hizo un puntuación bastante buena, consiguió el puesto ocho, y podía ser expulsada  en cuanto alguien hiciera uno mejor de entre los primeros puestos. Después fue Zoe, y le fue algo mejor que a su compañera, pero solo consiguió el puesto seis y expulso a Mizi de entre los mejores. Los regulares que habían estado con ellas en las pruebas fueron pasando uno a uno, consiguieron puntuaciones de todos los tipos.Uno de ellos pertenecía a una de las diez grandes familias, y monto un buen pollo porque le golpeo la cabeza, incluso un enano consiguió superarlo, tras aquellos dos, Zoe estaba a punto de ser expulsada de la tabla, así que cruzo los dedos y cerro los ojos, pero no contó con ella. Entonces le llego el turno a Utau. Con su elegancia de ángel, subió al escenario.
-Maldita perra- murmuro Zoe, a sabiendas que iba a ser expulsada de la tabla.
-No digas eso- dijo Mizi con lagrimas en los ojos.
Utau simplemente le dio un pequeño puñetazo de nada, pero se puso en primera posición como si nada, echando a Zoe al noveno puesto.
-Como ves- dijo tocándose el pelo, con superioridad- soy el regular más poderoso.
-Tu no lo eres- dijo el cabeza plateada, uno con los que había tomado la prueba- lo es él.
El miembro de FUG ascendió las escaleras y se puso delante de la bola, alzo la mano, y realizo una tenica que ninguna de ellas había visto antes, era extraño de describir. Como un remolino azul claro que se iba oscureciendo. Su puntuación fue mucho más superior a la de Utau, incluso a la de cualquier regular.

Ascendieron al escenario aquellos que habían conseguido las ocho mejores puntuaciones. Zoe y Mizi se quedaron abajo. Apoyadas en la pared, junto con el resto de regulares, algunos lloraban, pero Zoe se mantuvo firme, habría otra oportunidad más adelante, o puede que no. Posiblemente Utau tuviese que renunciar de nuevo, puede que lo mejor fuera que siguiera adelante y las dejara atrás.
-Por favor señor Viole- dijo el administrador- elija a un equipo.
Mizi alzo la vista (había estado llorando con la vista baja) y sus ojos brillaron, a Zoe le dio mala espina. Formaría un equipo de siete. De golpe salto uno de los regulares, que había realizado las pruebas, pidiendo que lo eligiera en su equipo. Fue como si se transmitiera una enfermedad, varios de ellos saltaron, incluso Mizi.
-Acépteme a mi y a mis compañeras Sr FUG- dijo postrándose ante él, mientras Utau y Zoe intentaron levantar.
Algunos incluso intentaron quitarse ropa.
-No elegiré a ningún regular- dijo- suficiente conmigo, haga fallar al resto.
Un escalofrió recorrió a Mizi.
-La proxima prueba esta diseñada para ser tomada en grupo- dijo el administrador- no puede simplemente declinar a elegir compañeros.
-No hay nadie que pueda ser mi compañero- dijo FUG- no quiere elegir a alguien que no este calificado.
-¡Espera! ¿A qué te refieres?- grito el miembro de las diez grandes familias, que era un chica- ¿Nadie puede ser calificado para ser tu compañero? ¿No estas siendo muy engreído? ¡Realmente actúas así usando la cresta de una organización criminal!¡Dejando atrás a los que pueden pasar! ¡Estando orgullo de usar una cresta falsa como esa! ¿No te avergüenzas?
-No es falsa- dijo-  Yo soy Jyu Viole Grace, uno de los candidatos a asesino de FUG. Zahard y sus aliados, yo vivo por su muerte.
Al momento, Zoe noto como las piernas le fallaban y todo se ponía negro.